Octubre 7
Los últimos viajes de Pizarro
Los
científicos que identificaron a Hernán Cortés también confirmaron que Francisco
Pizarro reside en Lima. Es suyo ese hueserío, acribillado por las estocadas y
abollado por los golpes, que atrae a los turistas.
Pizarro,
criador de cerdos en España y marqués en América, había sido asesinado en 1541
por sus colegas conquistadores, cuando heroicamente disputaban el botín del
imperio de los incas.
Fue enterrado
a escondidas, en el patio de afuera de la catedral.
Cuatro años
después, lo dejaron entrar. Encontró lugar bajo el altar mayor, hasta que se
perdió en un terremoto. Perdido anduvo, mucho tiempo.
En 1891, una
multitud de admiradores pudo contemplar su momia, en urna de cristal; y al rato
nomás se supo que esa momia impostora se hacía pasar por Pizarro, pero no era.
En 1977, los albañiles que estaban reparando la cripta de la catedral
encontraron un cráneo, que alguna vez había sido atribuido al héroe. Siete años
más tarde, un cuerpo acudió al encuentro del cráneo y Pizarro, por fin
completo, fue trasladado con gran pompa a una capilla ardiente de la catedral.
Desde
entonces se exhibe en Lima, la ciudad por él fundada.
>> Fragmento
contenido en el libro "LOS
HIJOS DE LOS DIAS", de Eduardo Galeano, Siglo XXI, 2012.
>> Ilustración
digital | Andrés Casciani.
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