Septiembre 9
Estatuas
José Artigas
vivió peleando, a lomo de un caballito criollo, y durmiendo bajo las estrellas.
Mientras gobernó sus tierras libres, tuvo por trono un cráneo de vaca y un poncho
por único uniforme.
Con lo puesto
marchó al exilio, y en la pobreza murió. Ahora un enorme prócer de bronce nos
contempla, montado en brioso corcel, desde lo alto de la plaza más importante
del Uruguay.
Ese
victorioso héroe, ataviado para la gloria, es idéntico a todas las efigies de
todos los próceres militares que el mundo venera.
Él dice ser
José Artigas.
>> Fragmento
contenido en el libro "LOS
HIJOS DE LOS DIAS", de Eduardo Galeano, Siglo XXI, 2012.
>> Ilustración
digital | Andrés Casciani.
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