Septiembre 13
El viajero inmóvil
Si no
recuerdo mal, en 1883 nació Sandokán, príncipe y pirata, tigre de la Malasia.
Sandokán
brotó de la mano de Emilio Salgari, como otros personajes que acompañaron mi
infancia.
El papá,
Emilio Salgari, había nacido en Verona, y nunca navegó más allá de las costas
italianas. Nunca estuvo en el golfo de Maracaibo, ni en la selva de Yucatán, ni
en los puertos de esclavos de la Costa de Marfil, ni conoció a los pescadores
de perlas de las islas Filipinas, ni a los sultanes de Oriente, ni a los
piratas de la mar, ni a las jirafas del África, ni a los búfalos del Far West.
Pero gracias
a él, yo sí estuve, yo sí conocí.
Cuando mi
mamá no me dejaba salir más allá de la esquina de mi casa, las novelas de
Salgari me llevaron a navegar los siete mares del mundo y otros mares más.
Salgari me
presentó a Sandokán y a lady Mariana, su amor imposible; a Yáñez el navegante;
al Corsario Negro y a Honorata, la hija de su enemigo, y a tantos amigos que él
había inventado para que lo salvaran del hambre y le acompañaran la soledad.
>> Fragmento
contenido en el libro "LOS
HIJOS DE LOS DIAS", de Eduardo Galeano, Siglo XXI, 2012.
>> Ilustración
digital | Andrés Casciani.
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