Septiembre 17
Libertadoras mexicanas
Y se acabó la
fiesta del Centenario, y toda esa fulgurante basura fue barrida.
Y estalló la
revolución.
La historia
recuerda a los jefes revolucionarios, Zapata, Villa y otros machos machos. Las
mujeres, que en silencio vivieron, al olvido se fueron.
Algunas pocas
guerreras se negaron a ser borradas:
Juana Ramona,
la Tigresa, que tomó varias ciudades por asalto;
Carmen Vélez,
la Generala, que dirigió a trescientos hombres;
Angela
Jiménez, maestra en dinamitas, que decía ser Angel Jiménez;
Encarnación
Mares, que se cortó las trenzas y llegó a subteniente escondiéndose bajo el ala
del sombrero te, para que no se me vea la
mujer en los ojos;
Amelia
Robles, que tuvo que ser Amelio, y llegó a coronel;
Petra Ruiz,
que tuvo que ser Pedro, la que más balas echó para abrir las puertas de la
ciudad de México;
Rosa
Bobadilla, hembra que se negó a ser hombre y con su nombre peleó más de cien
batallas;
y María
Quinteras, que había pactado con el Diablo y ni una sola batalla perdió. Los
hombres obedecían sus órdenes. Entre ellos, su marido.
>> Fragmento
contenido en el libro "LOS
HIJOS DE LOS DIAS", de Eduardo Galeano, Siglo XXI, 2012.
>> Ilustración
digital | Andrés Casciani.
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