MENTIR Y CREER

MENTIR Y CREER
por Hugo Seleme
* Ilustración digital: Andrés Casciani (2019)

El presidente se despidió del mismo modo en que llegó al poder y lo ejercitó: mintiendo. No era esperable otra cosa. Un presidente que arribó al gobierno prometiendo que nadie perdería lo que ya tenía, que lo más fácil era reducir la inflación y que todos seríamos humedecidos por una copiosa lluvia de inversiones, implementó políticas que hicieron caer la actividad económica un 4,9% desde el 2015, contrajeron el PBI 11% desde el primer trimestre del 2018, llevaron la inflación este año al 56,5%, elevaron la pobreza del 30,1% en el 2015 al 43% actual, incrementaron la deuda externa en un 70%, redujeron el poder de compra de los salarios un 22%. El presidente que afirma haber respetado la libertad de expresión alentó el encarcelamiento de los dueños del principal canal de noticias opositor, acosó económicamente a través de la pauta oficial a medios no adictos como Página 12, Radio América y del Plata, y desarticuló la agencia de noticias Telam a fuerza de despidos selectivos. El que dice que ha hecho que ahora sea más difícil robar en el gobierno es el mismo que intentó condonar la deuda que su grupo empresarial tiene con el Estado argentino por el correo, pagó una deuda prescripta a autopistas del sol de la que era accionista, favoreció la fuga de capitales por una suma que sospechosamente equivale casi a la totalidad de la deuda externa tomada y el que estuvo condenado por contrabando de autopartes.
Macri ha gobernado y se ha despedido de los argentinos mintiendo. El culpable, sin embargo, no es sólo él. Creer la primera mentira es responsabilidad de quien miente, creer las siguientes es responsabilidad de quien cree.

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