Marzo 30
Día del servicio domestico
Maruja no tenía edad. De sus
años de antes, nada contaba. De sus años de después, nada esperaba.
No era linda, ni fea, ni más o
menos.
Caminaba arrastrando los pies,
empuñando el plumero, o la escoba, o el cucharón. Despierta, hundía la cabeza
entre los hombros.
Dormida, hundía la cabeza entre
las rodillas.
Cuando le hablaban, miraba el
suelo, como quien cuenta hormigas.
Había trabajado en casas ajenas
desde que tenía memoria.
Nunca había salido de la ciudad
de Lima.
Mucho trajinó, de casa en casa,
y en ninguna se hallaba. Por fin, encontró un lugar donde fue tratada como si
fuera persona.
A los pocos días, se fue.
Se estaba encariñando.
>> Fragmento
contenido en el libro "LOS
HIJOS DE LOS DIAS", de Eduardo Galeano, Siglo XXI, 2012.
>> Ilustración
digital | Andrés Casciani.
1 comment:
¡Bueno!
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