Febrero 4
La amenaza
Se llamaba
Juana Aguilar, pero la llamaban Juana la Larga, por el escandaloso tamaño de su
clítoris.
La Santa Inquisición
recibió varias denuncias de tal exceso criminoso; y en el año 1803, la Real
Audiencia de Guatemala mandó que el cirujano Narciso Esparragosa examinara a la
acusada.
Este sabio en
anatomía dictaminó que Juana contradecía el orden natural, y advirtió que el
clítoris podía resultar peligroso, como bien se sabía en Egipto y otros reinos
de Oriente.
>> Fragmento
contenido en el libro "LOS
HIJOS DE LOS DIAS", de Eduardo Galeano, Siglo XXI, 2012.
>> Ilustración
digital | Andrés Casciani.
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