Por Hugo Seleme
Ilustración digital: Andrés Casciani
"Esta noche recordaré que Dios se hizo pequeño sólo para hacernos compañía. Le rezaré a un Dios caído, en un hogar pobre y un lugar olvidado. Un Dios postrado que nos enseñó que los caídos sólo se ponen de pie ayudando a levantar a otros caídos. Un Dios que sólo con sus labios y manos hizo que los ciegos viesen, los sordos escuchasen y los paralíticos se pusieran a caminar.
Esta noche, mientras rece a ese Dios caído, recordaré a todos los que durante este año lucharon para que otros se mantuviesen erguidos. A los que sin pedir nada, ofrecieron su tiempo para ayudar, acompañar, consolar. A los que con sus gritos y protestas realizaron el milagro de que los silenciados, por un momento, volviesen a hablar. A los que argumentando y discutiendo hicieron que los sordos pudiesen escuchar. A los que decidieron volverse víctimas de las injusticias encubiertas para que los ciegos pudiesen verlas. A los que, con la fuerza de su ejemplo, pusieron a andar a quienes estaban paralizados por la indolencia.
Esta noche recordaré a estos pequeños caídos, hacedores de milagros, porque en ellos habita Dios. Los recordaré porque ellos han sido durante este año mi pesebre y mi portal. Los recordaré porque, aunque muchos de ellos no tienen fe, han sido sus milagros los que han ayudado a mantener viva la mía".
. Texto e ilustración publicados en el libro "Bitácora del Naufragio - En la Tormenta Neoliberal" (Editorial Brujas, Córdoba - septiembre 2017).
http://andrescasciani.com/
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